jueves, 20 de agosto de 2015

Mi historia con Led Zeppelin.. o la batalla de la rockola

El cantante de Led Zeppelin, Robert Plant –que hoy está cumpliendo 67 años– fue uno de esos artistas que estuvo fuertemente vinculado a mi adolescencia. Además de todo el misticismo que rodeaba a la célebre banda británica, lo que captó mi atención era que su nombre aparecía como una gran influencia para otros vocalistas que en aquel tiempo también se iban incorporado a mi universo musical, como Steven Tyler, Freddie Mercury y Axl Rose.
A principios de la década del 90, la hoy tan corriente idea de acceder mediante una computadora a la música de tus grupos favoritos parecía salida de alguna novela de Isaac Asimov. Es por eso que la “formación musical” pasaba por el intercambio de bandas con amigos o conocidos, sumado a la información que uno podía absorber de las revistas y programas de radio especializados.
Sin embargo, mi relación con Led Zeppelin comenzó a consolidarse de una manera muy particular: a través de una imaginaria contienda musical entre integrantes de diferentes “tribus”. El campo de batalla: un amplio salón de pool ubicado a metros de la plaza de la ciudad, que se caracterizaba por tener una rockola con una buena variedad de discos, algo poco frecuente por cierto.
Allí acudíamos prácticamente todos los fines de semana con algunos compañeros del secundario, y la disputa en cuestión consistía en ver quién copaba la parada en la valiosa máquina de música. Estaban los que se inclinaban principalmente por el rock nacional (Los Redondos, Sumo, Memphis La Blusera y Soda Stereo a la cabeza), los que tiraban para el lado de la cumbia (Ricky Maravilla, Pocho La Pantera y Alcides figuraban entre sus favoritos) y nosotros, que cada sábado juntábamos las monedas para poder escuchar a todo volumen canciones de bandas como AC/DC, Metallica, Deep Purple, Ramones y Attaque 77, entre tantas otras.
Nuestra forma de sacarle ventaja a los demás era tan sencilla como efectiva: elegíamos los temas más largos, y de esa manera nos autoproclamábamos vencedores. Así, podían sonar “Wherever I may roam” de Metallica, “Thunderstruck” del disco “AC/DC Live”, “Ala delta” de Divididos, "Riders on the storm" de The Doors o la extensa “Coma” de Guns N’ Roses.
Y entre esos discos de la rockola que no fallaban a la hora de prolongar nuestro momento de disfrute en el pool sobresalía el cuarto álbum de Led Zeppelin: el del enigmático viejo en la tapa.
Y es que más allá de su duración, siempre resultaba fantástico dejarse llevar por joyitas como “When the levee breaks”, “The battle of evermore” o la hiperclásica y conocida por todos como “Escalera al cielo”.
Así comencé a explorar la diversidad musical que Robert Plant, Jimmy Page, John Paul Jones y John Bonham desplegaron a lo largo de su discografía. Así arrancó mi historia con Led Zeppelin, una banda que resulta obligatoria para quienes disfrutan del buen rock.

Robert Plant en 5 canciones

1- “Communication breakdown” (“Led Zeppelin”, 1969)
2- “Babe I’m gonna leave you” (“Led Zeppelin”, 1969)
3- “Since I’ve been loving you” (Led Zeppelin III”, 1970)
4- “Stairway to heaven” (“Led Zeppelin IV”, 1971)
5- “Kashmir” (“Physical graffiti”, 1975)


                                                                                                                                                    Fernando


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