Hace exactamente 43 años, Black Sabbath continuaba cimentando las bases de la música pesada con el lanzamiento de “Vol. 4”, uno de los tantos picos altos de su extensa discografía. Si bien es cierto que los seis primeros álbumes de la Bruja Negra son de escucha obligatoria, considero que esta cuarta entrega tiene a Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward en su máximo esplendor, algo que se percibe en cada una de las 10 canciones registradas: “Wheels of confusion”, “Tomorrows dreams”, “Changes”, “FX”, “Supernaut”, “Snowblind”, “Cornucopia”, “Laguna sunrise”, “St. Vitus dance” y “Under the sun”.
Aunque carece de “éxitos” inmediatos como “Paranoid”, “War pigs”, “Children of the grave” o “Iron man”, “Vol. 4” se caracteriza por ser una obra exquisita de punta a punta.

Fernando
Las Ruedas de la Confusión
Hace tiempo vagaba con mi imaginación
por la tierra de los cuentos de hadas.
Loco de felicidad no sabía lo que era el miedo.
La inocencia y el amor era lo único que conocía.
Era una ilusión.
Pronto, los días fueron convirtiéndose en años.
La felicidad no llegaba tan fácilmente.
La vida era algo más que cuentos de hadas y fantasía.
La inocencia era sólo otra palabra.
Era una ilusión.
Perdido en las ruedas de la confusión.
Atravesando valles de lágrimas.
Los ojos llenos de rabia y desilusión.
Me ocultaba en el temor cotidiano.
Así descubrí que la vida es sólo un juego
en el que nunca ha habido un ganador.
Pones todo tu empeño, sólo para ser un perdedor.
El mundo seguirá girando cuando te hayas ido.
Sí, ¡cuando te hayas ido!
Sí, ¡cuando te hayas ido!
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