1- "Tú nunca tendrás mi sonido porque no tienes mis cuerdas".
2- "Si hubiera seguido en Metallica, ahora mismo seríamos más grandes que los Beatles".
3- "Las drogas son como tener sexo con un gorila, tú no decides cuando parar, el gorila decide cuando parar".
4- "Les deseo la mejor de las suertes a Metallica, creo que todo el mundo lo sabe... quiero decir, James me agrada más que Lars, creo que a todo el mundo le pasa. No tengo problemas con James. No me agrada mucho Kirk porque me quitó mi trabajo, afortunadamente yo le quité la novia antes de salir de la banda". 5- "Soy mucho más peligroso ahora que soy cristiano, porque estoy armado con La Verdad".
Charles Bukowski (16 de agosto de 1920 – 9 de marzo de 1994)
1- “Un intelectual es el que dice una cosa simple de un modo complicado. Un artista es el que dice una cosa complicada de un modo simple”.
2- “Si quieres saber quiénes son tus amigos de verdad, haz que te metan en la cárcel”.
3- “Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la Iglesia, el Estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza, Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos”.
4- “La fe está bien para los que la tienen, mientras no me la tiren por la cabeza. Tengo más fe en mi plomero que en el ser eterno. Los plomeros hacen un buen trabajo. Dejan que la mierda fluya”.
5- “Si dejo de escribir, estoy muerto. Y esa es la única manera en la que me detendré: muerto”.
“Lanzar los dados”
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
De otra forma ni siquiera comiences.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
Esto puede significar perder novias,
esposas,
parientes,
trabajos y,
quizá tu cordura.
Ve hasta el final.
Esto puede significar no comer por 3 o 4 días.
Esto puede significar congelarse en la banca de un parque.
Esto puede significar la cárcel.
Esto puede significar burlas, escarnios, soledad…
La soledad es un regalo.
Los demás son una prueba de tu insistencia, o
de cuánto quieres realmente hacerlo.
Y lo harás,
a pesar del rechazo y de las desventajas,
y será mejor que cualquier cosa que hayas imaginado.
Stanley Kubrick (26 de julio de 1928 / 7 de marzo de 1999)
1- “Si puede ser escrito o pensado, puede ser filmado”.
2- “Una película es (o debería ser) como la música. Debe ser una progresión de ánimos y sentimientos. El tema viene detrás de la emoción, el sentido, después”.
3- “Si puedes hablar lo suficientemente brillante sobre un tema darás la impresión de que lo dominas”.
4- “La pantalla es un medio mágico. Tiene tal poder que puede mantener el interés, ya que transmite emociones y estados de ánimo que ninguna otra forma de arte puede transmitir”.
5- “Las grandes naciones han actuado siempre como gánsteres, y las pequeñas, como prostitutas”.
Kubrick x 5
1- “La naranja mecánica” (1971)
2- “El resplandor” (1980)
3- “2001 – Odisea del espacio” (1968)
4- “Senderos de gloria” (1957)
5- “Nacido para matar” (1987)
A mediados de los 90, en el boletín bimensual de recomendaciones que enviaban desde la desaparecida tienda madrileña Discos Del Sur, Luis Lapuente empezó una reseña sobre un recopilatorio de los Ramones (ahora no recuerdo cuál) diciendo esta gran verdad (cito de memoria, no es textual): “Vamos a decirlo de una vez. Los Ramones son la mejor banda de Rock’n’Roll de la historia”. Creo que nunca he leído nada con lo que pueda estar más de acuerdo. No porque sean los mejores, lo cual es algo muy subjetivo, sino porque son los que mejor han sabido sintetizar la esencia y el significado del Rock’n’Roll: sencillez, contundencia, diversión, desenfado, gamberrismo y rebeldía. Todos esos condimentos, los han tenido a manos llenas y los derrocharon sin mesura en sus discos y canciones.
Para muchos, hoy en día, son una marca de camisetas (es triste decirlo, pero así es). Todo hay que decir que habrán vendido muchas más t-shirts que discos y que son legión los que lucen palmito sin saber quiénes fueron Joey, Johnny, Dee Dee y Tommy o, como en este disco, Marky; o qué carajo de
canciones hacían. Pues en este “Pleasant dreams” hicieron canciones realmente memorables, algunas de las mejores de su extenso y celebrado repertorio. Porque, si bien es cierto que muchos no tienen ni idea qué significa eso de Ramones, también son legión los fans que los tienen en un altar y los consideran fundamentales en sus vidas. Para mí lo son desde que, con diez años, alguien le regaló a un amigo mío un ejemplar del “End of the century”, el celebrado álbum anterior y que les produjo un tal Phil Spector.
Para éste que nos traemos entre manos, la discográfica escogió al ex 10cc Graham Gouldman, en contra del criterio de la banda que prefería a Steve Lillywhite como productor. Venían algo escarmentados después de su tormentosa (pero de brillante resultado) experiencia con Spector. No fue el único conflicto. Johnny y Joey llegaron a un punto irreconciliable. Además de tener unas ideas políticas diametralmente opuestas (el larguirucho vocalista era demócrata, mientras su colega a las seis cuerdas estaba contento con la reciente llegada de Ronald Reagan a la Casa Blanca), Johnny le levantó la novia a su camarada. También tenían ideas distintas del rumbo musical, ya que Joey tenía una mayor querencia por el pop (lo cual se nota muchísimo en las canciones del álbum, sin duda el más puramente pop de su discografía) y el otro por sacarle un sonido más duro a su Mosrite. El resultado es que por primera vez no aparecen juntos en la portada del disco y se optó por un dibujo de cómic, con una silueta recortada en una puerta. También, por primera vez, las canciones dejan de ser firmadas por la colectividad Ramone y se lee quiénes fueron sus autores. En este caso, se repartieron siete para Joey y cinco para el bajista Dee Dee. El resultado lo apreciamos colocando la aguja en el surco.
Y nos encontramos con “We want the airwaves”, quizá el tema más oscuro de Joey en este disco, en tonos menores, pero con esa voz inconfundible resaltando en medio del marasmo de riffs de su colega y enemigo Johnny. Muy en la onda de canciones anteriores como “I’m affected”.
Sigue “All is quiet on eastern front”, composición del bueno de Dee Dee. A ritmo de twist, si las guitarras no tuvieran ese tono tan característico, podría haber aparecido en alguna película playera de Frankie Avalon y Annette Funicello. Divertida hasta decir basta, Joey y Dee Dee se llaman y responden a lo largo de todo el tema con el único afán de pasar un buen rato.
Y en esto llega “The KKK took my baby away” una de las obras cúlmenes del power pop. Cuenta la leyenda que hace referencia al asunto antes mencionado entre Joey, Johnny y la chica en discordia, aunque algunas fuentes aseguran que la canción estaba escrita antes del affair. La melodía es inmensa, los coros sencillos pero perfectos y el estribillo es lo mejor que uno pueda imaginar. No recuerdo las veces que la he coreado puño en alto. Grandiosa. Pero si alguien pensaba que era mi favorita del disco, se equivoca. Ese honor (quizá dudoso) se lo merece “Don’t go”, probablemente, una de las cinco mejores canciones del mundo. Estaba claro que Joey con estas canciones demostraba ser un fanático del sonido de los Girl Groups (y de Phil Spector, claro). Otro estribillo grandioso y un puente que vale su peso en oro. Obra maestra, se mire por donde se mire.
Llega ahora otra de Dee Dee, “You sound like you’re sick”, canción típica del sonido Ramoniano, con ritmo movido que igual se puede bailar en pogo que twisteando. Y es que canciones así que solo buscan desenfreno, diversión y dejarse llevar por la confusión tienen la virtud de que igual les va un roto y descosido.
Cierra la cara A “It’s not my place”, de Joey, que empieza con un efecto de sonido con un teléfono y luego se sumerge en unos cambios de ritmo grandiosos influenciados por el sonido de lo que se ha denominado como frat rock. De hecho, esta canción por su espíritu podría haber sido tocada por esas bandas universitarias americanas de los años 60. Divertidísima, como todo lo que han hecho estos titanes.
Y al darle la vuelta nos encontramos con otra de las maravillas de este disco, “She’s a sensation”, otra de mis favoritas del repertorio ramoniano. Nos encontramos delante de una canción pop absolutamente redonda, con una melodía hermosísima y, atención, hasta dos subidas de tono a lo largo de la canción que motivan que el tema vaya ganando brillantez a medida que va avanzando. Lo dicho, una genialidad. Y, además, Joey canta tan acojonantemente bien, ¿verdad?
“7-11” es otro caramelito pop con una influencia clara del sonido de los grupos de chicas sesenteros. Con otra producción menos guitarrera y con voces femeninas, a nadie le extrañaría escucharla en el repertorio de grupos como las Angels o Reparata and the Del Rons.
“You didn’t mean anything to me” es de Dee Dee, y tiene un ritmo más movido. Es una canción también muy pop, aunque con ese tono oscuro que le imprimían a ratos los Ramones a sus composiciones. No carece, por supuesto, de esos dobles golpes de caja twisteros a cargo de Marky y es otro de esos imprescindibles desenfrenos de los que está plagado el repertorio del grupo.
Y empalma directamente con otra maravilla de Dee Dee, la muy sobresaliente “Come on now”, que sigue llamando desesperadamente a la fiesta, a bailar y a hacer palmas como si no fuera mañana. Atención al sencillo pero genial solo de guitarra de Johnny. Y es que una canción no necesita más que los ingredientes vitamínicos que tiene esta.
La última canción de Joey en el disco es “This business is killing me”, otra canción de reminiscencias sesenteras, en la que el larguirucho vocalista de los de Queens clama con las situaciones vitales que estaba viviendo por entonces. Claro que canalizar los problemas en canciones así de buenas, con esa melodía no está al alcance de cualquiera.
Y cierra otra joyita de Dee Dee, “Sittin in my room”, otro himno típicamente Ramoniano, de ritmo muy rocanrolero y, por supuesto, invitando a divertirse sin mesura. Y es que los Ramones así entendieron la música y la vida y así nos las mostraron. Probablemente, Lapuente tenía razón y, en efecto, son la mejor banda de Rock’n’Roll de la historia. Gabba, gabba hey!!! (Fuente: elmurodelossonidos.blogspot.com.ar)
El prolífico director/guionista/actor/productor/músico y compositor estadounidense Clint Eastwood celebra hoy su cumpleaños número 86. Aquí va una lista con 10 curiosidades sobre su vida y obra..
1- Prenda de la suerte
Su colaboración con Sergio Leone sirvió para ofrecer uno de los personajes más memorables de su carrera: el Hombre sin nombre. Eastwood encarnó a ese enigmático personaje en la Trilogía del dólar, caracterizado siempre con el mismo poncho y al parecer esa prenda no se lavó en el transcurso de las tres películas, por lo que su toque se mantuvo intacto. 2- La silla vacía
En 2012, Clint Eastwood formó parte de la Convención del Partido Republicano, con el objetivo de apoyar al candidato a presidente Mitt Romney. El aporte del actor a la campaña fue un discurso de 12 minutos en el que dialogaba con una silla vacía, la cual representaba al presidente Obama. Este gesto recibió tanto críticas positivas como negativas, y tuvo una audiencia de cerca de 30 millones de personas. 3- Veterano de la taquilla
Antes de arrasar con “El francotirador” (2014), su película más taquillera era “Gran Torino”, la cual no solo dirigió sino que también protagonizó. Su debut a nivel nacional de 29,48 millones de dólares, convirtió a Eastwood en el protagonista más mayor en edad en conseguir un número uno en la competitiva taquilla estadounidense. 4- Preocupaciones políticas
Además de sus discursos reivindicativos, Eastwood también ha participado activamente en la política, ya que ejerció de alcalde de Carmel-by-the-Sea, una ciudad de California, entre 1986 y 1988. También confesó que había votado a Arnold Schwarzenegger en las dos ocasiones en las que se presentó al cargo de Gobernador de California. 5- Relación infructuosa con DC
En los años 60 estuvo a punto de interpretar a una versión diferente de Harvey Dent o Dos Caras en la serie de “Batman” protagonizada por Adam West, pero los productores vieron que el enfoque era demasiado oscuro. En 1978 tuvo otra oportunidad de formar parte del universo de DC, pero rechazó el papel de “Superman”, que iría a parar a Christopher Reeve.
6- Presidente de Cannes
En 1994 tuvo el honor de estar al frente del jurado del Festival de Cannes, año en el que “Pulp fiction” se alzó con la Palma de Oro. Se recriminó que al ser americano había apoyado a la propuesta de su país, pero Eastwood declaró que la película de Tarantino no era su favorita de la sección oficial, ya que su voto fue a parar a '¡Vivir!' de Zhang Yimou. Mientras que los miembros europeos del jurado prefirieron a la cinta que acabó ganando.
7- En contra de las pruebas
Además de tener fama de ser un director muy eficiente que suele cumplir con los plazos y no se excede con el presupuesto, también es un fuerte defensor de evitar las proyecciones de prueba. El jefe de Warner, Robert Daley, confirmó que de todas las películas realizadas en colaboración con su estudio, ninguna había pasado por ese proceso de prueba. 8- Personajes rechazados
Al ser una estrella de cine en su época dorada fue presa de las incansables ofertas de los estudios. Uno de los roles más conocidos que rechazó fue el de Willard en “Apocalypse now”, que fue interpretado por Martin Sheen. Aunque el más icónico es el de James Bond, ya que no quiso ser el sucesor de Sean Connery al considerar que el agente debía ser interpretado por un británico. 9- Amenaza de muerte
La relación entre Michael Moore y Clint Eastwood no es precisamente buena y no comparten demasiados ideales. En una gala de premios, el veterano actor bromeó con que mataría al documentalista si aparecía en su casa con una cámara, haciendo referencia a la entrevista de Moore a Charlton Heston en “Bowling for Columbine”. Moore se rió junto al resto del público, pero ha mantenido vivo el conflicto con sus recientes comentarios en contra de “El francotirador”.
10- Pianista en potencia
Es un talentoso pianista de jazz autodidacta, interpretando habitualmente la música en sus películas. También ha compuesto piezas musicales para algunos de sus títulos más conocidos, como “Río místico” o “Los imperdonables”. Participó en un concierto en el Carnegie Hall en 1996, que homenajeaba su contribución al mundo del jazz.
(Fuente: www.ecartelera.com)
Eastwood x 5
1- "Río místico" ("Mystic river", 2003) 2- "El bueno, el feo y el malo" ("Il buono, il brutto, il cattivo", 1966) 3- "Bird" ("Bird", 1988) 4- "Harry, el sucio" ("Dirty harry", 1971) 5- "Los imperdonables" ("Unforgiven", 1992)
El 23 de abril de 1976 salía a la venta “Ramones”, el álbum de debut de la banda homónima creadora del sonido punk. Pese a estar considerado uno de los 25 discos más influyentes del siglo XX por el The New York Times, tardó 38 años en convertirse en disco de oro -alcanzó el medio millón de unidades vendidas en junio de 2014, según la Recording Industry Association of America-.
El 2 de febrero de ese año, Joey (voz), Johnny (guitarra), Dee Dee (bajo) y Tommy (batería) comenzaron a grabar el álbum y dos semanas después lo tenían terminado. El costo total fue de 6.400 dólares, tenía 14 canciones, sin solos de guitarra y duraba poco más de 28 minutos.
Aquí, un repaso de cada uno de los temas que componen este gran clásico de la música:
"Blitzkrieg bop" Las canciones del disco se grabaron en el mismo orden en el que las tocaban en directo. Así, el álbum arranca con su himno "Blitzkrieg bop", que contiene el grito de guerra Ramones por excelencia: "¡Hey ho, let's go!". Joey Ramone quería tener su himno al estilo del "Saturday Night" de los Bad City Rollers-, que consideraban su competencia. "Teníamos que sacar una canción coral porque ellos la tenían", decía Johnny sobre este tema, compuesto por Tommy y cuyo título, autoría de Dee Dee, hace referencia al término alemán "guerra relámpago". Es la primera canción de su primer álbum y también la primera que tocaban en sus conciertos. Según su autor, la letra es una "oda al fan del rock'n'roll".
"Beat on the brat" "¿Sobre qué íbamos a escribir, de chicas? La verdad es que no las teníamos, así que como o éramos artistas o nada, escribíamos sobre cosas sencillas que podíamos contar. Nos parecía que los comunistas y los nazis eran graciosos, que también era divertido esnifar pegamento, pero ni pensábamos que había gente que se lo metía. Escribíamos las canciones y nos reíamos pero no nos parecía que estuviéramos pirados, sino que éramos una banda de rock normal", relataba Johnny Ramone en su autobiografía “Commando”. No obstante, temas como este "Beat on the brat" que invitaba a golpear a los mocosos con bates de béisbol -Joey se inspiró para esta divertida letra en los niños malcriados de clase alta de Nueva York- o a esnifar pegamento ("Now I wanna sniff some glue") o sus "muñecas nazis" ("Today your love, tomorrow the world") les generaron bastantes problemas, polémicas e intentos de censura.
"Judy is a punk" Dos crudas versiones de este tema y de la siguiente pista del disco, "I wanna be your boyfriend", fueron grabadas para un demo en septiembre de 1975 con Mark Thau. Este se las mostró a Craig Leon, cazatalentos de Sire, que, a su vez, se las hizo escuchar al dueño del sello, Seymour Stein. Apenas tres meses después, Stein los acabaría fichando para su discográfica. La letra, compuesta también por Joey, habla de Judy y Jackie, dos fans de Ramones delincuentes juveniles que se enrolan en el Ejército Simbionés de Liberación de San Francisco que, como dice la canción, son muy "punk". Este tema inauguraría un “mini género” dentro de su discografía que continuó con "Suzy is a headbanger" y "Sheena is a punk rocker" (ambas en “Leave home”) y concluiría con "Heidi is a headcase" en “Mondo bizarrro” (1992).
"I wanna be your boyfriend" Aunque decían no escribir de chicas, esta es una inusitada balada romántica compuesta por Tommy incluida en el demo que llegó a Stein antes de ficharles. Es la canción más lenta de todo el disco y un homenaje a las canciones de amor pop de los años 60. Fue el segundo sencillo que se lanzó de Ramones, tras "Blitzkreig bop".
"Chain saw" En la maqueta que grabaron a principios de 1975, esta canción se llamaba "Sitting here with nothing to do", como reza su primera estrofa. Como fanáticos del cine de terror de serie B, la canción hace referencia a la película “La matanza de Texas” (1974). Al principio puede escucharse el sonido de una motosierra como la del asesino Leatherface.
"Now I wanna sniff some glue" "Ahora quiero esnifar algo de pegamento, ahora quiero tener algo que hacer, todos los chicos quieren esnifar algo de pegamento, todos los chicos quieren tener algo que hacer". Esta supuesta apología de las drogas trajo a los Ramones muchos problemas y prohibiciones en su viaje a Inglaterra en 1976 después de que murieran varios jóvenes en Escocia presuntamente por realizar esta práctica. Después de verlos actuar en julio de 1976, Mark Perry, de la banda inglesa Alternative TV, fundó el mítico fanzine punk Sniffin' Glue. Con 1 minuto y 36 segundos, es la canción más corta del disco.
"I Don't Wanna Go Down to the Basement" Pese a su letra minimalista, la misma estrofa repetida tres veces, es el tema de más duración del disco (2:35). Escrita por Johnny, también está inspirada en las películas de terror de serie B y sus peligrosos sótanos que ocultan cosas ("papá no quiero bajar al sótano, hay algo allí, no quiero ir").
"Loudmouth" La letra de esta canción, que abría la cara B del vinilo, contribuyó a alimentar las acusaciones de incitación a la violencia que acompañaban a la banda: "Eres una bocazas nena, mejor que te calles la boca, voy a golpearte porque eres una bocazas, nena"). El título de esta canción, incluida en su primer demo, sirvió como nombre de la empresa ficiticia (Loudmouth Productions) que simulaban tener para darse importancia cuando Tommy mandaba cartas como mánager de la banda, con membrete incluido y que firmaba con su verdadero nombre, Erdelyi, para ocultar que era el baterista.
"Havana Affair" Otra de las fascinaciones de los Ramones eran los cómics y esta canción hace referencia a la famosa tira cómica de la revista Mad "Spy vs. Spy" (Espía contra espía) del dibujante cubano exiliado Antonio Prohias sobre dos espías, uno negro y otro blanco, que querían acabar el uno con el otro parodiando la Guerra Fría.
"Listen to My Heart" Otro tema 'romántico' compuesto por Dee Dee del disco debut de los Ramones, que, como curiosidad, se grabó con la guitarra en un canal y el bajo en otro, con lo que cual, si se escucha el disco original con el balance en el altavoz izquierdo, se escucha solo la guitarra sin el bajo, y si se hace al revés, solo el bajo.
"53rd & 3rd" La letra de la canción, compuesta por Dee Dee, habla de un taxi boy neoyorquino, basado supuestamente en su experiencia personal, que intenta conseguir clientes en la intersección de la Tercera Avenida con la calle 53 y que luego apuñala a uno para demostrar que no es homosexual. El bajista unas veces confirmaba que era una canción autobiográfica y otras veces lo negaba.
"Let's Dance" La pista 12 de “Ramones” es una versión del hit del año 1962 de Chris Montez, escrito por Jim Lee, que llegó ese año al número 2 en Reino Unido y al 4 en EE.UU. La banda neoyorquina hizo a lo largo de su carrera abundantes versiones de sus artistas favoritos e incluso publicaron un LP íntegramente dedicado a versiones, “Acid eaters” (1993).
"I Don't Wanna Walk Around with You" Este fue uno de los dos primeros temas que compusieron Dee Dee, Joey y Johnny cuando ensayaban "en el salón de casa" a principios del año 1974, según revelaba el guitarrista en sus memorias. La otra canción era "I don't wanna get involved with you", que nunca llegaron a grabar. "Tocábamos aquellas dos canciones una y otra vez", recuerda Johnny Ramone, que añade que ambos temas "tenían más de tres acordes", en respuesta a los críticos que los "denigraban" con la etiqueta de "la banda de los tres acordes".
"Today Your Love, Tomorrow the World" La canción que probablemente más quebraderos de cabeza dio al grupo por su letra con referencias explícitas a los nazis. Para empezar, el título original del tema era "I'm a nazy baby" y lo tuvieron que cambiar a "Today your love, tomorrow the world". La discográfica Sire también les prohibió cantar "soy un nazi, nena" y en la grabación del álbum se modificó a "soy un nazi, schatze", en alemán, aunque en directo cantaron durante toda su carrera sin tapujos el "I'm a nazy baby". "La verdad es que éramos ingenuos, pues de haber sido una banda importante, la prensa nos hubiera colgado. Pero Joey era judío y la cantaba, y era la historia de un chico alemán en un pequeño pueblo de Alemania", recordaba el guitarrista del grupo para demostrar que no había ninguna intención en la letra.
Peter Steele (4 de enero de 1962 / 14 de abril de 2010)
1- “No sabría cómo clasificar a Type O Negative, eso es cosa de las tiendas de discos y las estaciones de radio. Quizás nos llamaría ‘Rock Basura’”.
2- “Es justo decir que soy sexista, porque odio a los hombres. No me gusta la competencia. Cualquier criatura nacida con testículos es un mentiroso. Y yo tengo tres, así que no sé en qué me convierte
eso”.
3- “Es mala poesía interpretada por personas que no saben cantar. Esa es mi definición del rap”.
4- “Resulta gracioso, cuando hablás con Dios sos religioso, pero cuando Él habla con vos, te convertís en un psicópata”.
5- “¿Por qué está Rasputín en la portada del disco ‘Dead again’? Porque podría ser el miembro más guapo de Type O Negative, con su pelo grasiento y sus punzantes ojos azules. Si se arreglara, encajaría con nosotros. Era un mujeriego, un drogadicto, un alcohólico, y un cristiano ortodoxo con una polla enorme. Además los comunistas no pudieron matarlo. Se parece mucho a mí. No puedes discutir a Rasputín".
Generalmente, cuando uno es joven, anda por la vida sin tener una real dimensión de las cosas. Quedará para otro momento la discusión de si esto es una gran bendición o una terrible falencia. Lo cierto es que en ese marco, tuve la suerte de presenciar el último recital que dieron los Ramones en Argentina. De más está decir que lo disfruté a pleno, no sólo porque el cuarteto neoyorquino fue uno de los primeros en ponerle música a mi adolescencia, sino porque con ellos debuté en esto de asistir a shows internacionales. Sin embargo, aquel 16 de marzo de 1996 no era consciente de que estaba a punto de ver la despedida definitiva de los “Monchos” (en realidad, después hicieron un puñado de fechas más en territorio estadounidense) y que ya no grabarían más discos con la excusa de recorrer los escenarios del mundo. Así como no caía en la cuenta sobre semejante acontecimiento, la verdad es que tampoco estaba sufriendo las consecuencias de haber sido despedido repentinamente del trabajo el día anterior (el primero que tuve con todas las de la ley), sin tener en cuenta que uno de los que fue conmigo al show era mi ex jefe.
Al margen de estas cuestiones extra musicales, ese día viví un espectáculo inolvidable y lleno de muy buenos momentos. La primera banda en plantarse sobre el escenario de River fue Superuva, a la que le siguieron los ascendentes 2 Minutos y Attaque 77, que con las dos guitarras al frente recientemente afianzadas, dieron un show impresionante.
Aunque no estaba familiarizado con su repertorio, los alemanes Die Toten Hosen me compraron con su potencia, sobre todo Campino, quien incluso cantó trepado al techo del escenario. Para mí, uno de los picos altos fue cuando tocaron “Hier kommt Alex”, ese tema que tantas veces escuché versionado por UK Subs en el casete “Radio Olmos”.
Otro que me conquistó desde el primer momento fue Iggy Pop, quien desplegó un show salvaje y poderoso. Durante su set, la Iguana mechó canciones de su discografía solista (“Lust for life”, “Home” y “The passenger”, mis favoritas) con algunos clásicos de los inoxidables The Stooges, entre ellos “I wanna be your dog”, “Raw power” y “No fun”.
Finalmente, y ya cuando el campo de River era un mar de gente, se escuchó el famoso “uanchutrifor”, con el que los Ramones desataron su arrolladora energía. Sin gestos nostálgicos ni demagogia, el cuarteto aprovechó su hora y cuarto sobre el escenario para repasar por última vez (al menos en nuestro país) la incontable cantidad de clásicos que cosechó en poco más de dos décadas de trayectoria. Al margen de lo increíble que era escuchar a estos cuatro tipos sonar en vivo, fue emocionante ver a Marky atrincherado detrás de la batería, a CJ apuntalando a pleno con su bajo, a Johnny castigando su eterna Mosrite y al gran Joey aferrado al micrófono en el centro del escenario y dejando su voz en temazos como “Teenage lobotomy”, “Blitzkrieg bop”, “Pet sematary”, “I just want to have something to do”, “Pinhead, “Poison heart” y “I believe in miracles”, entre otros.
En fin, en ese momento tuve la certeza que había presenciado un show memorable. Pero con el paso del tiempo caí en la cuenta que la música había perdido a uno de sus grandes exponentes y, lo peor de todo, es que ninguna banda sería capaz de llenar ese vacío..
Con casi dos décadas de trayectoria y de la mano de un estilo tan sombrío como único, el artista gráfico Travis Smith (nacido el 26 de febrero de 1970 en California) logró posicionarse entre los mejores a la hora de ilustrar portadas para discos de heavy metal.
El puntapié inicial de su carrera lo dio en 1996, cuando un amigo lo convocó para que diseñe la tapa del nuevo disco de su banda. El álbum se titulaba “Bleeding” y el grupo en cuestión era -nada más y nada menos- que Psychotic Waltz, un nombre de cierto peso dentro de la escena del metal progresivo americano durante la década del 90.
Con el tiempo, logró reconocimiento a través de un estilo oscuro e introspectivo, que fue reforzado por el uso de fotografías compuestas digitalmente con algún otro medio.
En sus primeros pasos como ilustrador, Travis fue adquiriendo experiencia a través del trabajo para artistas de la talla de Death (“The sound of perseverance”), Iced Earth (“Something wicked this way comes”, “Alive in Athens”), Control Denied (“The fragile art of existence”), Solitude Aeturnus (“Adagio”), Nevermore (“Dreaming neon black”), Overkill (“Necroshine”), Opeth (“Still life”) y Katatonia (“Tonight’s decision”). A lo largo de la primera década del 2000, el diseñador norteamericano plasmó todo su talento y creatividad en discos de bandas como Jag Panzer (“Thane to the throne”), Diabolical Masquerade (“Death’s design”), Katatonia (“Last fair deal gone down”, “Viva emptiness”), Devin Townsend (“Terria”), King Diamond (Abigail II: The revenge”), Amorphis (“Eclipse”, “Silent waters”, “Skyforger”), Riverside (“Anno domini high definition”), Opeth (“Blackwater park”, “Deliverance”, “Watershed”), Draconian (“Arcane rain fell”) y Anathema (“A natural disaster”), entre tantos otros.
En los últimos años, fue convocado por grupos como Eluveitie (“Everything remains as it never was”), Heathen (“The evolution of chaos”), Avenged Sevenfold (“Nightmare”), Opeth (“Heritage”, “Pale communion”), Bloodbath (“Bloodbath over bloodstock”), Katatonia (“Dead end kings”) y Riverside (“Shrine of new generation slave”). Para conocer más sobre el artista: www.seempieces.com
Como muchos de mi generación, descubrí a Metallica a través de ese clásico instantáneo conocido como el “Álbum negro”. En aquella época (1991/1992), el bombardeo no daba respiro y el ataque era por todos los frentes: la radio, la TV, las revistas y los libros, todos hablaban de esa banda nacida en San Francisco que, con poco menos de 10 años de trayectoria, comenzaba a conquistar el mundo a fuerza de romper todos los récords.
El impacto fue tal que no pasó mucho tiempo hasta que empecé a indagar en los viejos discos del grupo. Así fue que un buen día le llegó el turno al clásico “Master of puppets”.
Mi acercamiento a esta obra fue a través de un casete pirata que me acompañó durante unos cuantos años. Ni su tapa color mal fotocopiada ni su sonido defectuoso (es más, el lado B culminaba abruptamente antes de lo previsto, así que por mucho tiempo no supe cómo era el “verdadero” final del tema “Damage, inc.”), impidieron que disfrutase de cada minuto de esta cinta, en la que los cuatro jinetes supieron llevar al thrash metal un paso más allá, gracias a esa interesante y atrapante mezcla de furia, técnica y pesadez.
A lo largo de 55 minutos, Metallica daba probadas muestras de que su éxito mundial tenía una sólida base. La intro acústica de “Battery” venía a ser como la calma que antecede a la tormenta. Tras la embestida sonora inicial del mencionado tema, llegaban la épica “Master of puppets” (gloriosa por donde se la mire), la pesada “The thing that should not be” (tan densa como un río de lava) y ese grito desgarrador hecho canción llamado “Welcome home (Sanitarium)”, con una letra que unos años después asocié a la gran película “Atrapado sin salida”, protagonizada por el gran Jack Nicholson.
El lado B del casete arrancaba con la imparable “Disposable heroes”, en la que James Hetfield se desgarra la garganta cantando en contra del sistema militar y las guerras.
Luego de ese estallido que representaba “Leper messiah” (todo un palo para la iglesia), la banda brillaba con el extenso instrumental “Orion”, una exquisita pieza compuesta por el talentoso bajista Cliff Burton, que curiosamente sonó en su funeral unos meses después. El punto final del álbum se cristalizaba de la mano de la agresiva y rápida “Damage, inc”, un cañonazo que dejaba bien en alto el estandarte del thrash metal.
Por todo esto, “Master of puppets” representa una obra maestra firmada por Metallica. Indudablemente, se trata de un diamante que jamás perderá su brillo, que ni siquiera fue opacado por los discos flojos, cambios de look y polémicas que la banda acarreó en los años siguientes. A álbumes como este se los denominada simplemente clásicos!.
Norberto “Pappo” Napolitano (10 de marzo de 1950 / 25 de febrero de 2005)
1- “Brindo porque la música en vivo tocada por seres humanos triunfe”. 2- “Si yo fuera almacenero, mis canciones hablarían de salames, de mortadela, de quesos. Pero no, como me gusta el automovilismo mis canciones hablan de autos... Fierros, guitarras y mujeres bonitas, para qué más?”.
3- Los países del mundo que están bien, sin problemas, escuchan blues y rock and roll. Los países que caen en desgracia escuchan cumbia”.
4- “Yo no soy una persona importante. Soy importante como persona, que es distinto”. 5- “Lo más irritante del mundo, aparte de la voz de mi suegra, es escuchar una flautita y un órgano. ¿No se dieron cuenta todavía de quién hablo? Ustedes son unos pelotudos, hablo de Sui Generis. Es más, si tengo que elegir entre esos dos, elijo escuchar a mi suegra toda la vida”.
El álbum debut de Black Sabbath, llamado igual que la banda, fue editado hace exactamente 46 años. El cuarteto británico, integrado en aquel momento por Ozzy Osbourne (voz), Tony Iommi (guitarra), Geezer Butler (bajo) y Bill Ward (batería), tomó su nombre del título de una película italiana de terror protagonizada por Boris Karloff y dirigida por Mario Bava en 1963.
Al margen de ser un disco que marcó un antes y un después en la historia de la música pesada, “Black Sabbath” encierra una historia muy especial con respecto a su portada. El escenario que sirvió para dicha imagen no es ninguna casa embrujada ni una casona donde se cometieron sangrientos crímenes, sino que simplemente se trata de un antiguo molino que aún se levanta poderosamente a orillas del Támesis, en el pueblo de Mapledurham (Berkshire - Inglaterra). Aunque a simple vista parezca un dibujo, se trata de una fotografía que fue tomada por el artista Marcus Keef. La técnica que aplicó para crear esos colores tan siniestros fue sencilla: puso el negativo sobre la imagen original logrando convertir la instantánea en algo terrorífico.
Acerca de la mujer que aparece en la tapa del álbum, en cambio, sí que persiste el misterio todavía. Si bien no se trata de una bruja, ni tampoco es cierto que no estuviera allí al momento de tomar la fotografía del viejo molino, la realidad es que no existe una versión oficial sobre la identidad de esta joven, ni siquiera los propios músicos de Black Sabbath tienen alguna pista.
A propósito, Bill Ward comentó alguna vez: “No recuerdo a esa mujer, vivíamos drogados las 24 horas del día”.
Según el periodista Pete Sarfas (redactor y jefe de la Black Sabbath Appreciation Society), aquella mujer era una modelo llamada Louise, y como poco se sabe de ella, circulan otras leyendas que dicen que murió en un trágico accidente automovilístico en el mismo año en el que se editó el disco. El caso es que nadie sabe acerca de la identidad de la misteriosa dama.
Los integrantes de Black Sabbath no tuvieron nada que ver con la portada del álbum, ya que fue el sello discográfico Vertigo el responsable de incluir los elementos satánicos como estrategia publicitaria, tales como una cruz invertida en el interior adjuntada a un poema titulado “Still falls the rain”, que recopila imágenes de corte siniestro como árboles ennegrecidos, amapolas que sangran y estatuas decapitadas. Acerca de la edición de “Black Sabbath”, Ozzy Osbourne declaró: “No habíamos participado en absoluto en el arte gráfico del disco, con lo que la cruz invertida, un símbolo satánico como
descubriríamos más tarde, no tenía nada que ver con nosotros. Pero esas historias que circulan según las cuales no estábamos contentos con la portada son mentiras. Por lo que yo recuerdo, todos alucinamos enseguida cuando vimos la tapa del disco”.
Sea como sea la historia, lo cierto es que “Black Sabbath” se caracteriza por tratarse de una atrapante obra plena de oscuridad y misterio, rasgos que al día de hoy conserva la banda y que fueron influencia para miles de grupos en todo el mundo. En definitiva, es uno de esos discos eternos. Sólo hace falta apretar play y dejarse envolver por la lluvia y las campanadas..
Axl Rose (6 de febrero de 1962) 1- "En la escuela tenía que hacer cosas que no me estimulaban. Entonces empecé a enseñarme a mí mismo sobre cosas que quería saber". 2- "La vida es una porquería, pero de una forma maravillosa". 3- "Tus padres, tus maestros, los predicadores, todos ellos quieren obligarte a hacer algo que no quieres". 4- "Cuando iba a la escuela recuerdo que existían un montón de estereotipos. Si te gustaban los Rolling Stones eras un marica, porque una vez Mick Jagger besó a Keith Richards en ‘Saturday Night Live’. Si te gustaba The Grateful Dead eras un hippie. Si te gustaban los Sex Pistols eras un punk rocker. Bueno, pues yo quisiera ser un marica hippie punk rocker". 5- "Dejé de batirme el pelo porque quiero andar por ahí sin que me molesten ni me digan ‘Hey, eres un puto como los de Poison’. No es que me moleste lo que diga la gente, sino que estoy pensando en mí. Si alguien me dice eso, simplemente termino en la cárcel por romper una maldita mandíbula".
1- “Creo que es un mito que el cantante necesita la atención. Las bandas perpetúan ese mito”.
2- “El asesinato es como escribir una canción. Lo planeas y si todo va como lo planeaste, es un éxito. Nunca lo he hecho aunque tiene un cierto atractivo. Si supiera que iba a funcionar”. 3- “Si la música está muriendo, es porque los músicos la están matando. Somos los únicos responsables, pero nos encanta no admitirlo. Le pagamos a ‘la industria’, culpando a cosas como la estructura corporativa, y decimos que por esos factores nuestra música es una basura, pero somos nosotros los que la hacemos. ¿Por qué? Por inseguridad, necesidad de aceptación, y hasta por guita.
No pensamos en nuestra música, sino en cómo luce. Nos sentimos tan poderosos cuando un crítico nos lame el culo... y capaz que el tipo habla bien de nosotros porque no tiene otra cosa que hacer. Pero nos sentimos cómodos siendo complacientes. Y yo no me asombro, ¡yo mismo lo he hecho! Y probablemente tú también. Y eso ha tenido indudablemente un efecto negativo en parte de mi trabajo”.
4- “No tengo ningún problema con el alcohol, a no ser que haya un bar cerca”.
5- “¿Es cierto que la homosexualidad está prohibida en Australia? ¡Qué lastima! No nos vamos a poder divertir nada en el backstage después del concierto”.
El poeta, crítico y escritor estadounidense Edgar Allan Poe nació el 19 de enero de 1809 y murió el 7 de octubre de 1849. Es conocido como uno de los maestros del relato corto al igual que “el padre del cuento de terror psicológico”. En Estados Unidos fue iniciador asimismo del relato detectivesco. También se destacó como el precursor de la literatura de ciencia-ficción y renovador de la llamada novela gótica. Algunos de sus escritos más célebres son: “El cuervo”, “El corazón delator”, “El gato negro”, “La caída de la casa Usher”, “Berenice”, “El escarabajo de oro” y “Los crímenes de la calle Morgue”.
1- Se cree que Edgar Allan Poe aprendió a leer y a calcular a través de las lápidas del cementerio, pues su padre adoptivo tenía un negocio de ellas, entre otros muchos más. 2- Una de las singularidades que rodean su vida es que con 18 años tomó la decisión de alistarse en el ejército y para conseguirlo tuvo que mentir, por cuestión de edad. Así, para poder formar parte del mismo, dijo que contaba con 22 años.
3- El poema “A Elena” se considera que lo escribió cuando tenía 14 años y para la que fue su primer amor: la madre de un compañero de clase, que murió de manera repentina.
4- Se casó a los 27 años con su prima Virginia, que sólo tenía 13 años. Fueron muy felices, pero a los pocos años de pasar por el altar, su mujer contrajo tuberculosis y murió, haciendo que la vida del autor desde entonces estuviera rodeada por un notable halo de tristeza.
5- C. Auguste Dupin, el detective al que dio forma y al que convirtió en uno de sus personajes más conocidos, sirvió de inspiración a Arthur Conan Doyle para crear a uno de esos investigadores emblemáticos como es Sherlock Holmes. 6- Su narración “Arthur Gordon Pym” cuenta la historia de un naufragio en la que varios tripulantes, para poder sobrevivir deciden comerse a otro pasajero. Curiosamente años después de la publicación de ese relato, ocurrió un caso real de naufragio que no sólo hizo que también los afectados se comieran a uno de los viajeros, sino que precisamente la víctima se llamaba igual que la de la historia de Poe: Richard Parker.
7- Su obra “El cuervo” está inspirada en el pájaro que aparece en un libro de Charles Dickens: Barnaby Rudge.
8- Se cree que Edgar Allan Poe, como otros autores de aquella época, consumía de manera frecuente una sustancia conocida como láudano. Esta se elaboraba a partir de vino blanco, canela, azafrán y opio.
9- Uno de los misterios que rodean a su vida, y que no han acabado de esclarecerse, es su muerte. Y es que son muchas las teorías acerca de la causa por la que falleció: alcohol, meningitis, ataque cardíaco, sífilis, cólera… Pero no sólo eso, también se desconoce por qué, cuando fue hallado desvanecido en la calle y poco antes de morir, vestía unas ropas que no eran suyas.
10- Edgar Allan Poe falleció sin hacer realidad uno de sus sueños, que no era otro que editar su propio periódico, para el que ya tenía título: “The stylus”.
Calaveras, crucifixiones blasfemas, cabras malditas y todo tipo de demonios grotescos forman parte de la vida cotidiana del brasileño Marcelo Vasco. Y es que además de ser un músico de espíritu inquieto (en su currículum figuran las bandas Patria, Mysteriis, Hatred Sculpted Souls, Hellscourge, Vinterthron y Darkest Hate Warfront, Konsfearacy, entre otras), este carioca de 36 años es reconocido en todo el mundo por sus diseños diabólicos y apocalípticos. Desde mediados de la década del 90, Vasco dejó la impronta de su retorcida imaginación en portadas de grupos metaleros como Slayer ("Repentless"), Dimmu Borgir ("Abrahadabra", "20 years of prideful blasphemy"), Dark Funeral ("Nail them to the cross"), Soulfly ("Enslaved"), Vader ("And blood was shed in warsaw"), Obituary ("Live xecution"), Belphegor ("Walpurgis rites"), Borknagar ("Urd", "Universal"), Chrome Division ("Infernal rock eternal"), Enslaved ("Vertebrae"), Machine Head ("Bloodstone & diamonds"), Cronian ("Erathems", "Enterprises), Korzus ("Discipline of hate"), Frost Despair ("Surreal"), Keep of Kalessin ("Reptilian"), Wintersoul ("Frozen storm apocalypse". Para conocer más sobre el artista: www.p2rdesign.com