Dicen que una cosa lleva a la otra. Y yo llegué a Megadeth a través de Metallica. Durante un buen tiempo, mi vinculo con la banda de Dave Mustaine se ajustó al
CD “So far, so good… So what!” (uno de los primeros compactos originales que
tuve) y un casete pirata titulado “Tornado of souls”, que tenía un sonido casi
tan precario como su tapa color.
Pero al comprarme el “Countdown to extinction”, me encontré con una obra súper
pulida, grabada por cuatro tipos que claramente estaban atravesando un gran
momento musical. Tiempo después caí en la cuenta que se trataba de la formación
más emblemática de Megadeth: David Ellefson, Marty Friedman, Nick Menza y el
mencionado Dave Mustaine.
El ritmo vertiginoso y filoso de sus canciones fue lo primero que me enganchó
de la placa, sumado a lo profundas y críticas que me resultaban sus letras.
Además, como atractivo extra, el álbum tenía una de las mejores portadas que
había visto hasta aquel entonces.
Las diferencias con el grupo encabezado por James Hetfield y Lars Ulrich eran
notables: si la música de Metallica se asemejaba a un mazazo en la cabeza, la
propuesta de Megadeth representaba una certera puñalada en el pecho con algún
objeto tan incisivo como mortal.
Imposible resistirse a la energía y los ritmos acelerados de “Skin o’ my
teeth”, “Architecture of a aggression”, “Sweating bullets” y “Ashes in your
mouth”, por nombrar sólo algunos.
En definitiva, con los 11 temas que componen el disco, la filarmónica del
Colorado dejaba bien en claro que más allá de lo amenazante que pudiera
resultar el movimiento grunge a principios de la década del ‘90, el heavy metal
gozaba de muy buena salud en todo el mundo. Y para confirmarlo, solo bastaba
con escuchar los trabajos editados en esos años por artistas de la talla de
Judas Priest, Ozzy, Iron Maiden, Metallica y Pantera, entre otros.
Chris Cornell (20 de julio de 1964 / 17 de mayo de 2017)
1- “Mis padres estaban hartos. Me pasé media infancia dando golpes sobre las cosas. Nunca se me ocurrió que pudieran regalarme una batería. A los 15 años mi madre me regaló un timbal base, y yo me compré después el resto de segunda mano. Yo ya había decidido que lo mío era el rock después de oír un disco de los Beatles. Las primeras canciones que aprendí a tocar eran de AC/DC, Ramones y Sex Pistols. Era fácil tocarlas sin ser realmente bueno. Mi sueño era que se fijara en mí algún grupo grande y me sacara de Seattle”. 2- “No soy compositor para hacer declaraciones. Lo que disfruto hacer son pinturas con letras, crear imágenes de colores. Creo que es más lo que el entretenimiento y la música deben ser”.
3- “La cosa, con esto de las etiquetas, es que se tiende a generalizar demasiado, y si se nos presenta como una banda de Seattle la gente espera que sonemos como Nirvana o Pearl Jam y la verdad es que no tenemos mucho que ver con ellos. Prefiero que se hable de nosotros por nosotros mismos, sin apelativos geográficos. Ya somos Soundgarden sin más, hacemos nuestra música independientemente de nuestra procedencia”.
4- “No creo que nadie sepa realmente por qué se suicidó Kurt Cobain. Todo el mundo sabía que él tenía problemas de salud muy serios y que los había tenido durante años, mucho antes de que fuera famoso. No creo que la suya fuera una muerte provocada únicamente por las drogas. El que tomara drogas era un resultado de esos problemas de salud. Las drogas eran la única manera que tenía de aliviar el dolor. Había más cosas. Odiaba ser un ídolo juvenil. También estaba enfermo emocionalmente. Tenía una hija, estaba casado y de pronto se había hecho millonario. No fue algo tan sencillo como decir: era un adicto a la heroína, enloqueció y se suicidó, o estaba harto de su éxito y por eso se mató. No, no puedes saber por qué una persona llega a hacer algo así. Si yo me suicidara alguna vez lo haría de una manera que nadie pudiera saber que fue un suicidio. Lo que más miedo me da de matarme es el daño que le haría a mis amigos y mi familia”. 5- “Al final del día, son los fans los que te hacen ser quien eres”.
Editado el 15 de marzo de 1971, el álbum “La Biblia” representa el pico más alto en la extensa discografía de Vox Dei, a la vez que es considerado un hito del rock en español y la primera ópera rock de América. Se trata del segundo trabajo grabado por la agrupación procedente de Quilmes, que en aquella época estaba integrada por Willy Quiroga (voz y bajo), Ricardo Soulé (voz, guitarra, armónica, violín y piano), Ricardo Basoalto (batería) y Juan Carlos “Yodi” Godoy (voz y guitarra), quien antes del lanzamiento del disco abandonaría la banda. Originalmente, “La Biblia” fue editado como un álbum doble compuesto en total por siete canciones. Cada una de ellas representa un momento determinado de las sagradas escrituras. Para poder escribir esta notable obra, la banda tuvo que trabajar durante dos años enteros.
Los temas del álbum son la representación que Ricardo Soulé tuvo de la biblia. No se trata en sí de un disco religioso, sino de una obra que, según palabras de su propio creador, “está enfocada desde el punto de vista humano, no desde un ángulo ortodoxamente religioso”. Vox Dei dio una representación más “humana” de la biblia y menos religiosa, en una época en que la lucha por los ideales de la paz y el amor estaba en boga. El disco tiene influencias de otras obras musicales del estilo como “Tommy” de The Who (1969) y también se vio afectada por la banda sonora del film de Kubrick “2001: Odisea en el espacio” compuesta por Strauss. Al ser compuesto durante la dictadura militar, el álbum tuvo que verse sometido al análisis y evaluación de la iglesia católica para corroborar que no con contuviera “improperios”. “La Biblia”, tema por tema - La primera canción del álbum es “Génesis”, y habla justamente de la escritura de la biblia en la que se explica cómo fue creado el mundo por Dios. Dice la letra en su comienzo: “Cuando todo era nada, era nada el principio. Él era el principio y de la noche se hizo la luz”. - El segundo tema es “Moisés” y narra la historia de uno de los personajes más importantes del pueblo judío y del antiguo testamento. Esta frase de la canción se refiere al momento del texto en el que Dios convoca a Moisés para guiar al pueblo judío a su salvación y liberación de la esclavitud: “Ahora que eres hombre yo te llamo para darte un gran mensaje que a la gente debes dar. Ve y vuelve pronto, que te espero para hablarte”. - El track número tres es “Guerras” y cuenta la historia del enfrentamiento entre David y Goliath, otros dos personajes destacados de las sagradas escrituras. En esta canción se intenta enseñar la vanidad de las armas, lo importante que es la paz. “Morirás Goliath por querer ganar. Y empezó a correr al encuentro del gran David. Una piedra te hará caer y tu espada te matará”.
- El cuarto tema del disco es “Libros sapienciales”, una de las canciones que se convertiría en un clásico del rock nacional. En ella se puede escuchar la voz de Dios enseñándole al hombre cómo tiene que proceder ante la vida. “De sol a sol, labrando tierra tendrás tu pan. Todos los ríos van al mar, pero este nunca se llenará”. - El tema número cinco es “Profecías” y es el retrato del momento en el que en la biblia se anuncia la venida de Jesús. “Ya está cerca de venir aquel que nos va a explicar, sin violencia ni gritos, paz para este mundo traerá”. - La sexta canción es “Cristo, nacimiento, muerte y resurrección” y trata acerca de lo que dicen las escrituras sobre Jesús y su pasar por la Tierra. “Llorarás amigo y me buscarás. Será cuando yo me haya ido a prepararte un lugar”. - El séptimo y último track es “Apocalipsis”, y a diferencia del texto de la biblia, este tema da un mensaje más esperanzado, quitando toda la violencia de las imágenes que narra el libro. “Este es el final, es el Apocalipsis. No puedo hablar, apenas si puedo decir lo que veo. Hay melodías en el aire, esto es maravilloso, no puede ser el final. Aquí no termina… ¡Aquí comienza!”. Fuente: www.manzanalatente.com.ar
1- "Tú nunca tendrás mi sonido porque no tienes mis cuerdas".
2- "Si hubiera seguido en Metallica, ahora mismo seríamos más grandes que los Beatles".
3- "Las drogas son como tener sexo con un gorila, tú no decides cuando parar, el gorila decide cuando parar".
4- "Les deseo la mejor de las suertes a Metallica, creo que todo el mundo lo sabe... quiero decir, James me agrada más que Lars, creo que a todo el mundo le pasa. No tengo problemas con James. No me agrada mucho Kirk porque me quitó mi trabajo, afortunadamente yo le quité la novia antes de salir de la banda". 5- "Soy mucho más peligroso ahora que soy cristiano, porque estoy armado con La Verdad".
Charles Bukowski (16 de agosto de 1920 – 9 de marzo de 1994)
1- “Un intelectual es el que dice una cosa simple de un modo complicado. Un artista es el que dice una cosa complicada de un modo simple”.
2- “Si quieres saber quiénes son tus amigos de verdad, haz que te metan en la cárcel”.
3- “Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la Iglesia, el Estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza, Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos”.
4- “La fe está bien para los que la tienen, mientras no me la tiren por la cabeza. Tengo más fe en mi plomero que en el ser eterno. Los plomeros hacen un buen trabajo. Dejan que la mierda fluya”.
5- “Si dejo de escribir, estoy muerto. Y esa es la única manera en la que me detendré: muerto”.
“Lanzar los dados”
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
De otra forma ni siquiera comiences.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
Esto puede significar perder novias,
esposas,
parientes,
trabajos y,
quizá tu cordura.
Ve hasta el final.
Esto puede significar no comer por 3 o 4 días.
Esto puede significar congelarse en la banca de un parque.
Esto puede significar la cárcel.
Esto puede significar burlas, escarnios, soledad…
La soledad es un regalo.
Los demás son una prueba de tu insistencia, o
de cuánto quieres realmente hacerlo.
Y lo harás,
a pesar del rechazo y de las desventajas,
y será mejor que cualquier cosa que hayas imaginado.
Stanley Kubrick (26 de julio de 1928 / 7 de marzo de 1999)
1- “Si puede ser escrito o pensado, puede ser filmado”.
2- “Una película es (o debería ser) como la música. Debe ser una progresión de ánimos y sentimientos. El tema viene detrás de la emoción, el sentido, después”.
3- “Si puedes hablar lo suficientemente brillante sobre un tema darás la impresión de que lo dominas”.
4- “La pantalla es un medio mágico. Tiene tal poder que puede mantener el interés, ya que transmite emociones y estados de ánimo que ninguna otra forma de arte puede transmitir”.
5- “Las grandes naciones han actuado siempre como gánsteres, y las pequeñas, como prostitutas”.
Kubrick x 5
1- “La naranja mecánica” (1971)
2- “El resplandor” (1980)
3- “2001 – Odisea del espacio” (1968)
4- “Senderos de gloria” (1957)
5- “Nacido para matar” (1987)
A mediados de los 90, en el boletín bimensual de recomendaciones que enviaban desde la desaparecida tienda madrileña Discos Del Sur, Luis Lapuente empezó una reseña sobre un recopilatorio de los Ramones (ahora no recuerdo cuál) diciendo esta gran verdad (cito de memoria, no es textual): “Vamos a decirlo de una vez. Los Ramones son la mejor banda de Rock’n’Roll de la historia”. Creo que nunca he leído nada con lo que pueda estar más de acuerdo. No porque sean los mejores, lo cual es algo muy subjetivo, sino porque son los que mejor han sabido sintetizar la esencia y el significado del Rock’n’Roll: sencillez, contundencia, diversión, desenfado, gamberrismo y rebeldía. Todos esos condimentos, los han tenido a manos llenas y los derrocharon sin mesura en sus discos y canciones.
Para muchos, hoy en día, son una marca de camisetas (es triste decirlo, pero así es). Todo hay que decir que habrán vendido muchas más t-shirts que discos y que son legión los que lucen palmito sin saber quiénes fueron Joey, Johnny, Dee Dee y Tommy o, como en este disco, Marky; o qué carajo de
canciones hacían. Pues en este “Pleasant dreams” hicieron canciones realmente memorables, algunas de las mejores de su extenso y celebrado repertorio. Porque, si bien es cierto que muchos no tienen ni idea qué significa eso de Ramones, también son legión los fans que los tienen en un altar y los consideran fundamentales en sus vidas. Para mí lo son desde que, con diez años, alguien le regaló a un amigo mío un ejemplar del “End of the century”, el celebrado álbum anterior y que les produjo un tal Phil Spector.
Para éste que nos traemos entre manos, la discográfica escogió al ex 10cc Graham Gouldman, en contra del criterio de la banda que prefería a Steve Lillywhite como productor. Venían algo escarmentados después de su tormentosa (pero de brillante resultado) experiencia con Spector. No fue el único conflicto. Johnny y Joey llegaron a un punto irreconciliable. Además de tener unas ideas políticas diametralmente opuestas (el larguirucho vocalista era demócrata, mientras su colega a las seis cuerdas estaba contento con la reciente llegada de Ronald Reagan a la Casa Blanca), Johnny le levantó la novia a su camarada. También tenían ideas distintas del rumbo musical, ya que Joey tenía una mayor querencia por el pop (lo cual se nota muchísimo en las canciones del álbum, sin duda el más puramente pop de su discografía) y el otro por sacarle un sonido más duro a su Mosrite. El resultado es que por primera vez no aparecen juntos en la portada del disco y se optó por un dibujo de cómic, con una silueta recortada en una puerta. También, por primera vez, las canciones dejan de ser firmadas por la colectividad Ramone y se lee quiénes fueron sus autores. En este caso, se repartieron siete para Joey y cinco para el bajista Dee Dee. El resultado lo apreciamos colocando la aguja en el surco.
Y nos encontramos con “We want the airwaves”, quizá el tema más oscuro de Joey en este disco, en tonos menores, pero con esa voz inconfundible resaltando en medio del marasmo de riffs de su colega y enemigo Johnny. Muy en la onda de canciones anteriores como “I’m affected”.
Sigue “All is quiet on eastern front”, composición del bueno de Dee Dee. A ritmo de twist, si las guitarras no tuvieran ese tono tan característico, podría haber aparecido en alguna película playera de Frankie Avalon y Annette Funicello. Divertida hasta decir basta, Joey y Dee Dee se llaman y responden a lo largo de todo el tema con el único afán de pasar un buen rato.
Y en esto llega “The KKK took my baby away” una de las obras cúlmenes del power pop. Cuenta la leyenda que hace referencia al asunto antes mencionado entre Joey, Johnny y la chica en discordia, aunque algunas fuentes aseguran que la canción estaba escrita antes del affair. La melodía es inmensa, los coros sencillos pero perfectos y el estribillo es lo mejor que uno pueda imaginar. No recuerdo las veces que la he coreado puño en alto. Grandiosa. Pero si alguien pensaba que era mi favorita del disco, se equivoca. Ese honor (quizá dudoso) se lo merece “Don’t go”, probablemente, una de las cinco mejores canciones del mundo. Estaba claro que Joey con estas canciones demostraba ser un fanático del sonido de los Girl Groups (y de Phil Spector, claro). Otro estribillo grandioso y un puente que vale su peso en oro. Obra maestra, se mire por donde se mire.
Llega ahora otra de Dee Dee, “You sound like you’re sick”, canción típica del sonido Ramoniano, con ritmo movido que igual se puede bailar en pogo que twisteando. Y es que canciones así que solo buscan desenfreno, diversión y dejarse llevar por la confusión tienen la virtud de que igual les va un roto y descosido.
Cierra la cara A “It’s not my place”, de Joey, que empieza con un efecto de sonido con un teléfono y luego se sumerge en unos cambios de ritmo grandiosos influenciados por el sonido de lo que se ha denominado como frat rock. De hecho, esta canción por su espíritu podría haber sido tocada por esas bandas universitarias americanas de los años 60. Divertidísima, como todo lo que han hecho estos titanes.
Y al darle la vuelta nos encontramos con otra de las maravillas de este disco, “She’s a sensation”, otra de mis favoritas del repertorio ramoniano. Nos encontramos delante de una canción pop absolutamente redonda, con una melodía hermosísima y, atención, hasta dos subidas de tono a lo largo de la canción que motivan que el tema vaya ganando brillantez a medida que va avanzando. Lo dicho, una genialidad. Y, además, Joey canta tan acojonantemente bien, ¿verdad?
“7-11” es otro caramelito pop con una influencia clara del sonido de los grupos de chicas sesenteros. Con otra producción menos guitarrera y con voces femeninas, a nadie le extrañaría escucharla en el repertorio de grupos como las Angels o Reparata and the Del Rons.
“You didn’t mean anything to me” es de Dee Dee, y tiene un ritmo más movido. Es una canción también muy pop, aunque con ese tono oscuro que le imprimían a ratos los Ramones a sus composiciones. No carece, por supuesto, de esos dobles golpes de caja twisteros a cargo de Marky y es otro de esos imprescindibles desenfrenos de los que está plagado el repertorio del grupo.
Y empalma directamente con otra maravilla de Dee Dee, la muy sobresaliente “Come on now”, que sigue llamando desesperadamente a la fiesta, a bailar y a hacer palmas como si no fuera mañana. Atención al sencillo pero genial solo de guitarra de Johnny. Y es que una canción no necesita más que los ingredientes vitamínicos que tiene esta.
La última canción de Joey en el disco es “This business is killing me”, otra canción de reminiscencias sesenteras, en la que el larguirucho vocalista de los de Queens clama con las situaciones vitales que estaba viviendo por entonces. Claro que canalizar los problemas en canciones así de buenas, con esa melodía no está al alcance de cualquiera.
Y cierra otra joyita de Dee Dee, “Sittin in my room”, otro himno típicamente Ramoniano, de ritmo muy rocanrolero y, por supuesto, invitando a divertirse sin mesura. Y es que los Ramones así entendieron la música y la vida y así nos las mostraron. Probablemente, Lapuente tenía razón y, en efecto, son la mejor banda de Rock’n’Roll de la historia. Gabba, gabba hey!!! (Fuente: elmurodelossonidos.blogspot.com.ar)